La proyección arquitectónica del canon
El deseo de perfección del pensamiento griego se tradujo en la aplicación de los mismos principios geométricos que se aplicaban a la escultura a las demás artes. En arquitectura, los griegos aplicaron la sección áurea como principio básico para diseñar un edificio. Al igual que las esculturas, los edificios, debían responder a las verdades matemáticas y numéricas que regían la naturaleza y el cosmos. Esta geometrización de los edificios se realizaba desde el mismo momento de diseñar su planta, o de calcular su altura y la distancia que debía existir entre columnas.
Analicemos un edificio en concreto para verlo más claramente. El Partenón de la Acrópolis de Atenas. Este templo, obra cumbre del arte griego, engloba como pocos, todas las ideas arquitectónicas de la Grecia clásica.
Como puedes comprobar, la base es un rectángulo áureo subdividido en distintas zonas que se relacionan entre si por ser unas la sección áurea de las otras.
La utilización del número áureo es aún más evidente, si cabe, en la composición de la fachada. Como ves, cada parte de la fachada se relaciona con el resto por medio de la sección áurea que proporciona unidad y un carácter grandioso y estático, lleno de sobriedad que, como en la escultura, evita toda expresividad, comprendida ésta como exageración. Todo invita a la contemplación y a la apreciación “sencilla” del templo, que parece levantado utilizando únicamente formas básicas como triángulos y rectángulos, pero que esconde un complejo sistema matemático compositivo
Inclusive las columnas observan este orden interno respetando la sección áurea en la ordenación de sus partes.